









es el término propuesto por la comunidad científica para nombrar la época geológica actual – aquella que reemplazaría al Holoceno –, acuñado en referencia directa a la capacidad humana de transformar el curso de la historia de la tierra de manera irreversible

















































Eduardo Wiegand, arquitecto e investigador en tecnologías constructivas en madera
En este contexto, innovadores productos en base a madera se han posicionado como una alternativa potencialmente sustentable para densificar ciudades en altura. Durante su crecimiento – a través de la fotosíntesis – los árboles absorben dióxido de carbono (CO2) mientras liberan oxígeno (O2). El carbono (C) restante permanece secuestrado en la madera de los edificios hasta ser nuevamente liberado al medio ambiente a través de la degradación o quema de la madera, generando un ciclo neutral. Transitar del concreto a la madera implica una visión que atienda al vínculo íntimo que la arquitectura guarda con la geología, de la cual depende la supervivencia de la vida humana. Dar cuenta de dicha transición requiere, por otra, pensar en aquello que constituye un bosque.



Friedrich Schiller









Alessandra Burotto, Coordinadora MediaMAC/Anilla
Pareciera que en Futuro concreto ambos elementos son traídos al presente para articular nuevas aproximaciones epistémicas a partir de los sedimentos fraguados en los siglos más recientes. Pero en ello, ya no interesa citar el original y los autores toman deliberada distancia de toda reproducción o artilugio fetichista. La genealogía de tales dispositivos –como diría Foucault–, opera en este primer trabajo del Colectivo fragua como una presencia aurática a la vez que material y cognitiva.
Una serie de secciones de troncos de concreto, como a medio talar, se distribuyen aleatoriamente en la penumbra. Solo es posible desplazarse a tientas por este bosque muerto, calcinado en un sentido intrínseco ya que la sola producción de cemento importa someter la caliza, la arcilla y el agua a extremas temperaturas. En algunos de ellos pueden detectarse restos del árbol quemado que motivó el proceso de vaciado, la fusión entre ambos crea un ensamblaje en apariencia mimético pero que supone una transformación hacia lo inexistente, un mecanismo de superación de la alteridad que opera como signo de lo que está por venir.




















La sinfonía traslapada (sin silencios entre movimientos) tiene una extensión de 1:05:36.
Estirada al 20%, es decir, 5 veces más lenta, dura 5:27:59.
Luego es dividida en 11 segmentos de 30 minutos.
Estos 11 segmentos son estirados al 20%, durando 2:29:59 c/u.
Cada segmento es dividido en 5 subsegmentos de 30 minutos.
Estos 5 subsegmentos son estirados al 20%, durando 2:29:59 c/u.
[Total parcial: 55 subsegmentos de 2.5 horas cada uno = 137.5 horas = 5.7 días].
Cada subsegmento es dividido en 5 sub-subsegmentos de 30 minutos.
Estos 5 sub-subsegmentos son estirados al 20%, durando 2:29:59 c/u.
[Total Final: 275 sub-subsegmentos de 2.5 horas c/u = 687.5 horas = 28.6 días]
Los 275 archivos de audio a 224kbps suman 59.4GB de música.
Después de los 28.6 días de sinfonía se oyen 2 días continuos de aplausos seguidos de 9 horas y 36 minutos de silencio. Acto seguido, la secuencia vuelve a repetirse.




























